La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, aseguró ayer que la empresa Konecta «tendrá que devolver las ayudas recibidas del Principado en caso de que se incumplan los requisitos con los que le fueron concedidas». Sin embargo, recordó que quien debe tomar una decisión al respecto sería el Principado, pues, salvo en el caso de una empleada, subvencionada por el Ayuntamiento, es «quien facilitó las ayudas a la contratación, y creo que también a la inversión», de las que gozó una compañía que acaba de poner en la calle a 82 de los 162 trabajadores de su filial Konecta BTO.
La primer edil, que mantuvo ayer un encuentro con responsables del comité de empresa, indicó, no obstante, que en el caso de las 82 trabajadores cesados por Konecta «ni siquiera se podría hablar de despidos», puesto que todos ellos estaban acogidos a un contrato por obra y servicio. «Ello conlleva una inestabilidad de la que tienen que ser conscientes, pues si disminuye la carga de trabajo se puede interrumpir la relación laboral sin más, no como en el caso de los contratos indefinidos».
Varela, con todo, lamentó como «una mala noticia» el que los 82 trabajadores, «en su mayoría mujeres», acaben ahora en el paro, algo que calificó como «una consecuencia de esta situación de crisis económica que vivimos».
Por el momento, los trabajadores despedidos iniciaron ayer «una primera toma de contacto» con los grupos políticos municipales en busca de su apoyo a las movilizaciones que desarrollarán en los próximos días.
Esas protestas llegarán a su punto álgido el 3 de junio, día en el que se prevé una huelga de 24 horas en el centro avilesino de Konecta y una concentración en la plaza de España a la que llaman a participar a todo tipo de colectivos, según indicó el sindicato CGT, cuya delegada Pilar Arango, presidenta del comité de Konecta, también ha sido despedida.
Los trabajadores, además, estudian recurrir a los tribunales por posibles irregularidades en los despidos. Además, temen que la reducción de carga de trabajo se haya escondido con una concentración de encargos, no ya en otras sedes de España, sino en los centros de telemárketing que Konecta gestiona en Argentina, Chile y Marruecos.
Por su parte, los portavoces del PP e IU, Constantino Álvarez y Fernando Díaz Rañón, expresaron ayer su apoyo a los trabajadores. El primero, pidió «a los que corrieron a hacerse la foto» para anunciar «a bombo y platillo» la ubicación de la empresa, que intervengan frente a una compañía «que tal parece que hubiera actuado como mera 'cazarrecompensas'». Rañón, por su parte, estima que Konecta actuó como «especuladora» que se ha servido «de dinero público» sin garantizar el volumen de empleo anunciado.
El portavoz de ASIA, Miguel Ángel Villalba, también expresaba su «total apoyo» a los despedidos, y criticó la tardanza de la alcaldesa en recibirles. El edil Antonio Sabino también apoyó al colectivo, y pidió más garantías de estabilidad en el empleo en las empresas subvencionadas.
¡¡ Porca Miseria !!
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