En Hacienda rogando y a administración dando

En el día de ayer, conseguí librarme de mis múltiples ataduras y pude finalmente dirigirme a Hacienda para consultar que niveles de retención me corresponden.

Tras dirigirme a la mesa de un amiguete que trabaja en Hacienda (hay que tener amigos hasta en el infierno) me calculo la retención que me corresponde (la mía es fácil; soltero {que le vamos a hacer}, 33 años {la edad de Cristo}, sin hijos {¡¡los preservativos funcionan!!}, sin discapacidades {por suerte las entradas hasta el fondo en el cuero cabelludo siguen sin ser incluidas} y sin ascendientes a mi cargo {gracias a Dios después de criarme mis padres se siguen valiendo por si mismos y ya no me dan pagan}) una maravillosa retención del 11%.

Hay que joderse, dando el coñazo días tras día con la retención y después de 1 año resulta que conmigo Administración acierta. ¡¡ Vivir para ver !!.

Bueno, a lo que vamos tras ver que la mía estaba bien le comente casos de compañeros tanto del turno más oscuro (como del más claro); compañeros casados, con niños, etc. y las variaciones que aparecían en el tipo de retención según cada caso llegaban a ser brutales, gente con un 11% como yo a los que les corresponde un 5% o un 6%.

Así que, y según mi amigo, organizad grupos de 2 (los animales de dos en dos uha, uha....) o más miembros y dirigios ha Hacienda para corroborar que lo que os están tramitando es lo correcto, en caso de que no lo sea solicitar documento de Hacienda en el que se indique lo que corresponda y a dar por cul... a Administración a reclamar lo que es vuestro.

Por cierto, para el que tenga que hacerlo, Hacienda no tiene nada que ver, decir u opinar, si desde la LAE o administración os mandan allí decidle que nones, que los corresponde a ellos y que lo averigüen (si queréis podéis decirlo de modo educado e incluso piadoso a tenor de las fechas que se aproximan "A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar"; si queréis decirlo de modo no educado, libertad de expresión y que cada uno sea esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios).